Sabemos de qué se tratan los modelos teóricos y conocidos: la URSS, Corea del Norte, Cuba, Vietcong, el horror del Jemer Rojo en Camboya, Cuba, Nicaragua, Venezuela, la antigua Yugoeslavia… También, con sus variantes y peculiaridades, conocemos los modos de gobernar de los países nórdicos, así como la socialdemocracia en general y en lo que se ha transformado. No tenemos idea, en cambio, de qué se habla cuando en México se habla de izquierda en medio de galimatías y desde una clara concentración del poder para controlar todo el país.
Lo evidente es que los de MORENA se adueñaron del término izquierda como divisa, pero ignoramos su contenido o ideario, su fundamento teórico o su propuesta política. Observamos impulsos, repudios, resentimientos sociales y caprichos personales; empero, la actitud nada tiene que ver con ser de izquierda. En ningún “morenista” se nota genealogía teórico-histórica para identificar su “pensamiento”, su filiación o sus verdaderas intenciones, como no sea lo establecido por López Obrador: hacerse no del poder sino del Poder absoluto. En amasijo tan heterogéneo, en el que ni siquiera existe un vocabulario político, no hay modo de inferir un ideario, una moral, un modelo de país, pensadores de referencia, indicios de conciencia, afinidades sobre la educación, el arte, la ciencia, la política social o compromisos con el desarrollo.
Presidente de Senado y por citar uno entre los numerosos correligionarios más visibles, ¿es Noroña divisa de MORENA y lo que debemos considerar hechura y logro “de izquierda”? ¿Es tan singular individuo cabeza de otros ejemplares no menos estratégicos y emblemáticos de lo que podríamos llamar representativos de su Partido, como Ricardo Monreal? Y el intocable e innombrable Gertz Manero -por fijarnos en tan temible poder monumental-, ¿encabeza también las filas de tan peculiar “izquierda”? Hay tantos ejemplos de chapuzas, plagios académicos, abusos e imposturas que debemos insistir en que merecemos esta aclaración: ¿qué diablos es la izquierda? ¿Qué quiere, qué se propone, cómo? Por la profusión de hombres y mujeres que desde todos los niveles del poder impúdicamente exhiben sus limitaciones educativas, políticas, morales, etc. hay muchas razones para preocuparse y preguntarnos por nuestra situación y futuro inmediato.
En tal revoltura de intereses, fanatismos, fraudes, complicidades y componendas, fantasías políticas, improvisaciones, etc., urge una definición -clara y precisa- para saber que hay detrás de quienes se ostentan "de izquierda". Empezando por las desmesuras irracionales del gurú y creador de Morena, López Obrador, coincidimos con vox pupuli en que priva el enredo en este reino del surrealismo donde todo es posible. Repaso ideas y lecciones del agitado siglo XX y de Este a Oeste y de Norte a Sur brincan contradicciones, yerros y muchísima intolerancia teñida de fracasos tan dolorosos como monumentales. La historia está ahí, pero hay que estudiarla. Quienes profesan esta pasión etiquetada "de izquierda" lo presumen a viva voz, como invocando un credo infalible que los consagra. Por oposición lanzan el contrapunto "conservadores" como dardo envenenado para discriminar a "los otros", los que no caben en su club de santos patrones de no se cuál aportación universal a los estilos de gobernar.
Conservadores... sinónimo de la serpiente del Edén, portadores del Mal universal, instrumentos del fracaso de la Creación. Miembros de la DERECHA: lo temible e igualmente impreciso, pues a tal conglomerado se arroja a demócratas y librepensadores, artistas, políticos moderados, personas con niveles superiores de instrucción, empresarios, comerciantes, religiosos o cualquier infortunado mexicano que antecedió a los redentores de “izquierda”. Los conservadores, en suma, representan la peste y el horror a vencer. Cualquiera que no sea morenista está considerado yugo y desgracia de la buena gente... CONSERVADORES: enemigos de la verdad y lo bueno. IZQUIERDISTAS: emisarios del bien y lo bueno, protagonistas de la inconmensurable “cuarta transformación” (sic).
Estamos asolados por una feligresía que sin credo ni doctrina ni ideas respecto de la justicia, la equidad, las libertades, las leyes, etc, únicamente azotan a los discrepantes a punta de adjetivos y muestras de desprecio social. Por eso, más que nunca, merecemos que los del club aclaren de lo que se trata ya que sin rastros de Marx ni derivados ideológicos, con el comunismo en el sumidero de la URSS, con China convertida en potencia económica tremendamente competitiva con las grandes potencias, con Rusia dominada por un autócrata como el temible Putin y de Corea del Norte ni se diga.. Y luego lo demás que nos rodea como película de terror: Cuba, Venezuela, Nicaragua... En fin, que no existen polvos de aquellos lodos. Por consiguiente los que no estamos en el club del Poder -ínfimas criaturas o meros testigos de esta agitación- merecemos una explicación.
Con la República vapuleada, las instituciones pisoteadas, la justicia abolida, el Congreso aglutinado, las leyes supeditadas al capricho y el poder cada vez más absoluto, por favor, por favor -para que nuestra ignorancia no sea tan lastimosa-, publicar de una vez la definición tanto de izquierda como de derecha y conservadores. No la definición del marxismo ni la de los diccionarios políticos; no por favor, sino la real, comproblable y a modo de MORENA, que es la que nos afecta e interesa. Así al menos sabremos a que atenernos, según el lado que nos toque.